Alcaldía suelta 'mordaza' para los medios y restringe cubrimientos del Festival Folclórico
A pocos días del Festival Folclórico Colombiano, la Alcaldía de Ibagué soltó un paquete de restricciones que dejó 'amarrados' a los medios locales de comunicación que pretendían visibilizar a la ciudad mediante el cubrimiento tradicional de los diferentes eventos.
La sorpresiva 'mordaza', inédita al menos en la historia reciente, no significa más que un 'palo en la rueda' que además de ir en contravía de la promoción de las fiestas en redes sociales, poniéndole trabas al ejercicio informativo, estaría fundamentado en un interés de protagonismo para el canal del gobierno 'Ibagué para todos'.
Puntos fijos
Anulando la posibilidad de acompañar el recorrido que realizan las delegaciones durante los desfiles, la Alcaldía tomó la radical decisión de 'empacar' a todos los medios nativos en dos únicos puntos fijos que poco atractivos resultarán para los seguidores que esperan un despliegue móvil.
Además, como si se tratara de una política dictatorial, las empresas de radio y televisión quedaron sometidas a utilizar vehículos carentes de publicidad, desvirtuando las oportunidades de venta de pauta visual para soportar económicamente los costos propios de una transmisión.
¿Desconfianza al límite?
Asimismo, aduciendo que los medios tradicionales podrían hacer 'conejo' bajo la absurda consideración de que dispondrían de vehículos solo para 'pasear' en los desfiles, la Alcaldía dejó claro que verificará que cada carro institucional realmente cuente con la adaptación de los equipos para realizar una transmisión en vivo.
Por otra parte, cercenando la animación característica de las fiestas del folclor, bajo la administración de Aranda se prohibió que los medios gocen de amplificación externa. Es decir, el paso de cada casa radial o televisiva no representará más que un silencio sepulcral.
Periodistas y locutores escondidos
Pero las extremistas medidas van mucho más allá, pues la Alcaldía de Ibagué también ordenó que los periodistas y locutores no podrán ir caminando, lo que implica que deban permanecer escondidos dentro de los vehículos durante un evento que se caracterizaba por el contacto directo con la comunidad.
Del mismo modo, desconociendo el generoso músculo de reproducciones que aportan 'influencers', portales web y revistas con sus productos producidos, a ellos se los prohibió disponer de vehículos durante los desfiles.
¿Afán de protagonismo?
Curioso resulta que la Alcaldía de Ibagué considere que los medios de comunicación, que visibilizan las fiestas y, de paso, enaltecen la imagen de la autoridad gubernamental como protagonista de la organización, son actores primarios del desorden.
Los 'aires' de censura en torno al Festival le abren la puerta a otra discusión que seguro 'erupcionará' más adelante: secretarios de despacho y gerentes de institutos descentralizados que no hablan si primero no ha salido un comunicado o si la información previamente no ha sido entregada a través de Capital Musical TV.
Amanecerá y veremos si el 'famoso' canal de la Alcaldía, a diferencia de los demás medios de comunicación de Ibagué, sí goza de privilegios para el cubrimiento del Festival Folclórico Colombiano o, por el contrario, introducirá a sus periodistas dentro de un carro o los someterá al mismo punto fijo.
